Tito Cosme Sconza nació en Puente Alsina, el 28 de febrero de 1928. De pequeño se inicia en conjuntos barriales, generalmente cantando en cantinas, hasta que llega Roberto Caló en los años en que Tito actuaba en El Armonía. Se conchaba con Caló pasando más tarde a la formación de Josquín do Reyes, actuando por radio.
Eran épocas en que gritaba más de lo que cantaba. Sin embargo era aceptado porque siempre fue un tipazo, muy querido por sus compañeros.
Y el destino quiso que se cruzara con el más grande maestro de cantores de la historia, Aníbal Troilo. Pichuco lo fue puliendo, bajó los decibeles y se convirtió no solamente en el cantor, sino también en un icono de la orquesta, tanto que estuvo con el gordo hasta el final de su vida. En total fueron once años de éxitos donde alcanzó a grabar veintitrés títulos, el último de ellos fue justamente El último farol, del mismo Pichuco en colaboración con Cátulo Castillo.
En 1976 Luis Stazo se encargó de los arreglos y Tito lanza su primer larga duración como solista. Por otro L.P. Tributo a Gardel, logró a mediados de la década del 90, el premio ACE como mejor solista masculino, en la terna correspondiente a música ciudadana.
Casi hasta el final de su vida siguió cantando, grabando para el sello MELOPEA, exponiendo todo el caudal que había conseguido con Troilo.
Por problemas pulmonares fue internado y se inmortalizó, quien era conocido como el típico cantor de barrio, el 9 de mayo del 2007. Tenía 79 años.
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