Nació el 10 de octubre de 1902, en Garibaldi 1335, La Boca y su verdadero nombre era Pedro Blanco. Su madre, Rafaela Acosta, había estado casada con un tal Laurenz, con éste tuvo tres hijos, y de sus hermanos, también bandoneonistas, tomó el apellido con el cual se hizo conocido.
La familia prontó dejó La Boca para emigrar a Villa Crespo, y es aqui donde comienza a estudiar violín, pero influenciado por sus hermanos mayores, se enamora del bandoneón.
A los 15 años una nueva mudanza lleva a los Blanco-Laurenz a Montevideo y cinco años después se produce su debut en el café Au Bon Tour, con el quinteto que conducía Luis Casanova. Uno de sus integrantes era otro argentino que de pequeño vivió en el Uruguay, Edgardo Donato, el autor de A media luz.
De regreso a Buenos Aires y con el propio Casanova, forman un cuarteto que se disolvería cuando poco después, Pedro pasa a la orquesta del pianista Roberto Goyeneche, tío del Polaco. De allí se presenta ante Julio De Caro que sabía contar como fue su primer encuentro con el bandoneonista.
Se acercó y me dijo que se llamaba Pedro Blanco. Me preguntó si recordaba a los hermanos Laurenz, le dije que sí, a lo que me respondió que eran sus hermanos. Como sabía lo bueno que era le ofrecí reemplazar a Luis Petrucelli y lo bauticé, para no romper con la tradición familiar, Pedro Laurenz.
Su ingreso como segundo bandoneón no le causó mucha gracia al que comandaba esa fila, el ya famoso Pedro Maffia, creador de una escuela de bandoneonistas en la que se encolumnaba el mismo Laurenz, porque veía en el jovencito de 22 años quien podría ensombrecer su celebridad.
Pero Maffia terminó reconociendo las bondades de su tocayo, y además de una gran amistad registraron placas a dúo de bandoneones y compusieron juntos ese gran éxito que fue Amurado, con versos de José de Grandis.
En 1926 Maffia se decide a formar su propia orquesta, y es Laurenz quien ocupa la vacante como primer bandoneón de De Caro. Se empieza a conocer su obra autoral con los tangos Orgullo criollo, Mala junta, Berretín, entre otros, acrecentando su fama de extraordinario músico.
Los 36 billares fueron el escenario de su debut al frente de su propia orquesta. Era el 15 de abril de 1934, pero como las grabadoras consideraban a la formación no comercial, recién el 14 de julio de 1937 graba para la Victor, Milonga de mis amores, vocalizada por Héctor Farrel y Enamorado, un instrumental. Ambas composiciones le pertenecían.
Tras romper con la Victor, en 1943 graba para el sello Odeón y tras largo período sin registros vuelve al disco en 1960, pero como integrante del Quinteto Real. Esta formación, además de Pedro, la componían Salgán en el piano, Ubaldo de Lío en guitarra, Rafael Ferro, en contrabajo y Enrique Mario Francini, en violín. Un verdadero seleccionado de genios, bajo su dirección.
En 1969, Laurenz decide formar otro quinteto llegando al disco y al año se decide por un cuarteto.
Además de los tangos citados, de su inspiración nacen Vieja amiga, Como dos extraños, Marinera, De puro guapo, entre muchos otros.
Pedro Laurenz, acosado por una enfermedad terminal, dejó de existir el 7 de julio de 1972.
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