Nació en San José de Mayo, Uruguay, el 16 de noviembre de 1888. Hijo de inmigrantes italianos e integrante de una familia numerosa, tuvo una niñez carenciada. Ya para 1898, todos los Canaro habitaban una casa de inquilinato "conventillo", en Buenos Aires.
Aunque primero probó con la guitarra y después con el mandolín, "Pirincho", así le decían, soñaba con el violín. Sin saber música, era orejero, contaba que El llorón fue la primer obra que sacó de la memoria, acompañado por un rudimentario violín casero, hecho con una lata de aceite vacía. Años más tarde acumuló fortunas. "Tiene más plata que Canaro", era la frase en boga que circuló durante décadas.
Vicente Greco, inventor de la denominación Orquesta Típica, lo inclinó definitivamente por el tango y su carrera comienza cuando tocaba en bares de La Boca.
Canaro fue el primero en tomar la batuta y tocar para la clase alta, donde el tango era resistido; fue el primero en incorporar un estribillista, Roberto Díaz, allá por el año 24; fue el primero en poner contrabajo, Leopoldo Thompson, que quedó en la historia; fue el primero en contratar treinta músicos para hacer los carnavales de 1921, una osadía para aquellos años, y fue el primero por pelear por los derechos de autor.
En 1925 vio el filón de París y con Agustín Irusta y Roberto Fugazot de estribillistas, se fue a hacer plata grande. Mientras tanto los hermanos Scarpino, en colaboración con Juan Caldarella, escribían en Buenos Aires un tango dedicado a ese hombre que levantaba polvaredas de aplausos en Europa. Nacía Canaro en París.
A los dos años estaba de vuelta e inmediatamente se fue de gira por todo el país. Quería hacerse conocer en todos los rincones de la Argentina.
Con el mayor alcance de la radio, "Pirincho" se convirtió en una estrella rutilante y un generador de dinero. Revistas, bailes, cine, obras de teatro, acompañamiento orquestal a Gardel... todo lo que producía Francisco Canaro era sinónimo de éxito y con la inteligencia de no encasillar a la orquesta con un ritmo identificatorio. Si había que tocar ligerito, lo hacía; si la moda dictaba un cambio, él se acoplaba. Siempre estaba dispuesto a acomodarse según las exigencias del público.
Su obra autoral fue tan vasta que muchos, sabiendo que no sabía música, afirmaban que "Pirincho" compraba todo lo que olía a éxito. De cualquier manera los números están allí, y dicen que es uno de los mayores autores de la música ciudadana. Otro detalle, era Alberto Soifer quien leía y escribía música por él.
En 1940, Canaro se nacionalizó argentino, según decía, "para pagar una deuda con el país". En 1961, veintiún años después de esa decisión fundamental, realiza su última gira a Japón.
El lunes 14 de diciembre de 1964, a las 15.15 hs. dejaba de existir en su oficina de COMAR, Francisco Canaro, un grande de verdad.
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