lunes, 31 de enero de 2011

Francisco Fiorentino - Hoja de vida

          Nació en San Telmo el 23 de julio de 1905 y de pequeño, doce años apenas, se conchabó como aprendiz de sastre debido a las tribulaciones hogareñas.
          Francisco fue el séptimo entre nueve hermanos, hijos de inmigrantes italianos, llegados a la nueva tierra en busca de un porvenir mejor.
          Fiore se interesó por la música a partir del día en que su hermano Vicente, compositor y violinista, le regaló un bandoneón. Fue a tomar lecciones con Minetto Di Cicco, debutando a los 15 años en radio Splendid, donde formaba un trío en el cual también estaba su hermano. De esta época son los primeros ensayos vocalizados por Fiorentino, cuando largaba el fueye y se ponía a cantar. Sabía presentarse en rado Brusa, como solista.
          A partir de este momento el bandoneonista-cantor comienza un largo peregrinaje en distintas formaciones. En 1924 Do Cicco, primer bandoneón de Francisco Canaro, lo lleva a esa orquesta. En  125 tocaba para su hermano en la denominada "Fiorentino y su barra", presentándose en El Nacional y Germinal, con éxito superlativo. Esto provocó un nuevo llamado de Canaro con quien alcanzó a grabar seis placas, entre 1927 y 1928. También graba con Juan Carlos Cobián, once temas.
          Retorna con su hermano y en 1929 vuelve a Canaro y al disco. Graba con D'Arienzo y con el futuro rey del compás se presenta en el Chantecler. Pasó muy rápidamente por la Típica Jazz Band, de Angel D'Agostino y se incorpora a la Orquesta Típica Decapo, dirigida por Julio Fava Pollero, con quien vuelve a grabar.
          En 1930 canta con las orquestas de Pedro Maffia, Minotto Di Cicco, su maestro y vuelve al discon con la Típica Victor. En el período siguiente, entre 1931 y 1932, se incorpora a Los Ases Argentinos del Tango y se marchan de gira a Alemania, cuyo final resultó un rotundo fracaso.
          Ya en 1934 es vocalista de Roberto Zerrillo, grabó un disco y cantó como solista por los micrófonos de radio Nacional, que más tarde se convirtió en Belgrano. También fue la voz en la orquesta del binomio Alfredo Malerba-Nicolás Vaccaro.
          Para 1935-36, Fiore canta sucesivamente con Daniel Alvarez, Los Poetas del Tango, Ricardo Malerba y la Típica Melín, además de participar en el film "Viejo barrio".
          Todo parecía una calesita de nunca acabar. Pero la suerte lo golpeó a su puerta con la aparición de Aníbal Troilo, que en 1937 forma su orquesta con los músicos de Ciriaco Ortíz, y ante la negativa de Antonio Rodríguez Lesende, el vocalista de la formación, convoca a Fiorentino. Y con Pichuco, maestro de cantores, cantaban hasta las piedras. Después de comienzos duros el éxito llega en 1940 y a través de radio El Mundo y las presentaciones en los bailes de carnaval.
          Los contrata la RCA y el 4 de marzzo, graba Fiorentino "Yo soy el tango" y "Mano brava". Era otro Fiore, más aplomado, con diferente calidad de voz e interpretación. Parecía haber nacido para la orquesta de Pichuco, como Alberto Echague lo fue para la de D'Arienzo.
          A fines de marzo de 1944 graban su última placa juntos, y se va con el ex pianista de Troilo, Orlando Goñi, a integrar la agrupación de éste. Y no fue el mismo éxito. Dejó a Goñi, armó su propia orquesta y designó a otro ex de Pichuco, Astor Piazzolla, como su director. A pesar de haber llegado al disco, no tuvieron repercusión. Confió entonces en la dirección de Ismael Spitalnik y tampoco levantó cabeza. Parecía que su estrella se apagaba inexorablemente.
          En 1948 estuvo con José Basso, Alberto Mancione y José Puglia-Eduardo Pedraza. Tampoco pudo recuperar viejas glorias. Se hablaba de que Troilo lo volvería a convocar para grabar con un cuarteto que había formado con el guitarrista Roberto Grela, pero el 10 de septiembre de 1955, estúpidamente encontró la muerte. Había ido a cantar a beneficio, para la escuela Alfonso Bernal, de Los Arboles, Mendoza, y al regreso el automóvil en que viajaba volcó en una pequeña zanja. El agua cubrió parte del vehículo donde iba Fiorentino y se ahogó. De esa manera, incomprensiblemente, se inmortalizaba el primer cantor de orquesta y de Pichuco. Francisco Fiorentino fue sin dudar, un ícono de los cuarenta.
         
         

1 comentario:

  1. En 1925, Francisco Fiorentino cantaba en el café Germinal, y al no haber micrófonos utilizaba un megáfono para poder ampliar el sonido de su voz.

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