Nació en Buenos Aires el 6 de noviembre de 1937 y su verdadero nombre era Isaac Wrzacki y sus seudónimos fueron rarezas. A los comienzos de La Pandilla Marilin, le hicieron cambiar el nombre por Gregorio primero y Walter después, pero el caso fue que su apellido judío lo cambió por otro igualmente judío, pero más fácil de pronunciar.
Sus padres llegaron de Polonia en 1935 y se instalaron en la calle Junín 439. Esas veredas fueron el primer recuerdo de Yonski.
Moisés, su padre, tocaba varios instrumentos y fue quien le inculcó el canto viendo las actitudes naturales que su hijo tenía, cosa que no le impidió obligarlo a estudiar comercial para pasar luego a Ciencias Económicas, carrera que abandonó para ingresar al teatro de la propia facultad.
Walter hizo un curso en el Instituto Superior de Enseñanza Radiofónica y en 1962 debutó por radio Belgrano como actor, en la compañía que encabezaba el exitoso Oscar Casco. Allí conoció a otra actriz que con los años se volcaría de lleno al tango. Susana Rinaldi.
Con más auge de la televisión y con el género radiofónico moribundo, pasó al grupo de ese gran actor que se llamó Pedro López Lagar, y cumplió en teatro el rol de Rodolfo, en la obra del dramaturgo Arthur Miller, "Panorama desde el puente". Aquí tuvo como compañero al autor de el tango "El ciruja", Francisco Alfredo Marino, que influyó decididamente en la vida de Yonsky, introduciéndolo en el tango lunfardo. Corría a todo esto, 1964.
Pero el bautismo real tanguero se produce en 1972, cuando por radio Municipal y con Oscar del Priore hacían el programa "Hoy en la ciudad". Yonsky se hacía acompañar por las guitarras de Bartolomé Palermo, Norberto Pereira y Paco Peñalba.
Un año tardó en llegar al disco y lo hizo jugándose por un poeta nuevo, Héctor Negro, grabándole los tangos "Esta ciudad" y "Vieja costanera", entre otros.
El siguiente paso fue crear el espectáculo "Una noche de garufa" fragmentado sainete, cuyo escenario fue el Café Teatro Buenos Aires. Aquí se hizo acompañar por un cuarteto que encabezaba el bandoneonista Emilio Branca, que también lo acompañó en sucesiva grabación en "Tangos de la Guardia Vieja".
A partir de 1975 se produce un largo paréntesis dentro de su trayectoria tanguera. Se dedica a grabar canciones infantiles hasta que en 1989 vuelve con la grabación de "Tango, poesía y lunfardo", acompañado por un trío. Continúa en los estudios de grabación, esta vez con el pianista Norberto Colifano y en 1990 grabó "Tango romanza". Más tarde se inicia con la grabación en CD convirtiéndose en un cantor que abarca desde temas tradicionales hasta tangos nuevos.
Aún con mucho camino por recorrer, la vida y las ganas de Walter se fueron apagando. Terminó suicidándose cuando se arrojó desde un cuarto piso al vacío. Los motivos se los llevó con él.
A Walter, como a tantos otros tangueros, les tocó vivir una mala época para nuestra música. Pero aún así intentó cosas y por eso Yonsky registra su nombre en el gran libro del 2 x 4.
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