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Juramento - Manuel Bianco
Adiós muchachos - Manuel Bianco
Adoración - Manuel Bianco
Barrio reo - Manuel Bianco-Héctor Pettorossi
Barrio viejo - Blanco-Pettorossi
La perrera - Manuel Bianco-José Cohan
Malevaje - Carlos Américo
Cariños - Instrumental
Bandoneón - Instrumental
Florcita - Instrumental
Nido vacío - Manuel Bianco
Polilla - José Cohan
Derecho viejo - Instrumental
Lotito - Instrumental
Callejas solo - Instrumental
El zorzal - Instrumental
Bianco - José Cohan
Caminito - José Cohan
Caído del cielo - Instrumental
Pasión - Instrumental
Mama yo quiero un novio - José Cohan
Evocación - Instrumental
Rosendo Mendizabal era autor de los siguientes tangos: Polilla, Reina de Saba, Torpedero, Don Santiago y Don Padilla, entre otros. Cualquiera pensaría que se trataría de obras dedicadas a amigos pero, en verdad, eran nombres de caballos de carrera porque Mendizabal, como la mayoría de los tangueros, sentía una gran pasión por el turf.
ResponderEliminarParís, la ciudad luz, tuvo en alguna oportunidad su concurso de tangos. Intervinieron más de cien composiciones y el veredicto lo daba una sola persona, la condesa de Noailles. Ganó Adiós muchachos, de Sanders y Vedani.
Enrique Saborido, gran bailarín dueño de una academia de baile en Buenos Aires, viajó a Francia y en París abrió una sucursal para enseñarle a bailar tango a los franceses. El éxito lo llevó a Londres donde hizo lo mismo, pero esta vez con un éxito regular. La guerra de 1914 puso fin a sus academias.
ResponderEliminarMientras el tango triunfaba en París, en Italia hablaban de una diabólica danza. Pero el tema es que las italianas no querían ser menos que las francesas, por lo que para concurrir a un curso de tango debían obtener la aprobación del esposo. Pero las polleras, en vez del tajo hacia el costado que tenían las franchutas para tener mayor libertad de movimiento, lo tenían delante, en lo que era una pequeña abertura. En cuanto a la pelea entre parejas, Le Figaro sostuvo: "La culpa la tiene el tango".
El primer bailarín de tangos que actuó en Europa, fue Bernabé Simarra, en 1907. Lo había llevado Alfredo Eusebio Gobbi y se hizo profesional en la Academia Ojeda, de París.
ResponderEliminar"El tango es en Buenos Aires, una danza privativa de las casas de mala fama y de los bodegones de la peor especie. No se baila nunca en los salones de buen tono ni entre personas distinguidas.Para los oídos argentinos la música del tango despierta ideas realmente desagradables".
ResponderEliminarEnrique Rodríguez Larreta, embajador argentino en París en la década del 10