martes, 31 de mayo de 2011

Roberto Beltrán - Hoja de vida

          Nació el 17 de junio de 1916 y su verdadero nombre era León Zuker. Fue hermano mayor de Marcos, el exitoso actor de décadas atrás.
          Su niñez la pasó junto a sus padres y varios hermanos, en un conventillo de treinta y cinco piezas en la cortada de Zelaya 3062, en el Abasto, a metros del Mercado.
          Leoncito, así le decían, era un producto de la calle. En Almagro, en un local de juegos, había un gimnasio donde entrenaba Justo Suárez, el célebre boxador a quien llamaban "El torito de Mataderos". El púgil adoptó al niño como mascota, sabía cantarle tangos a él y al públido que esperaba las exhibiciones pugilísticas. También se había hecho amigo de Pichín Del Giúdicce, el Nº 10 de Rácing y sabía salir al viejo estadio académico como mascota del equipo.
         En la glorieta La Victoria, en Corrientes al 5500, debutó formalmente como vocalista. Allí conoció a Enrique Alessio, más tarde primer bandoneón de Pugliese, y por éste llegó a cantar en los comienzos de la orquesta del maestro. Es más, siempre se dijo erróneamente que el primer cantor había sido Amadeo Mandarino, cuando Roberto había estado con Osvaldo antes que él, aunque su paso fue efímero.
          Más tiempo estuvo con el violinista Alberto Pugliese, donde conoció a Celedonio Flores, que en la lechería La Pura, frente a la Victoria, lo convenció de sustituir su nombre, naciendo así el de Roberto Beltrán, aunque el Leoncito, como un mote, lo siguió llevando de por vida.
          Con un corazón "busca", siempre se dedicó a la venta, cantó en el Palermo Palace con el bandonionista Emilio Orlando. Allí tuvo el honor de que un futuro grande, Alberto Marino, le haga el cambio.
          Pasó a cantar con Atilio Bruni y en 1944 hizo radio con la orquesta mariposa de Edgardo Donato, así llamada porque saltaba de radio en radio. En 1945 llega al disco grabando Portero suba y diga, en un 78 que al dorso quedó registrado Pregonera, con la voz de Alberto Podestá. En ese mismo año también grabó Demasiado tarde, de Francisco Tróppoli y Horacio Delamónica.
          En plena época peronista estaba fichado como opositor, y aún sin ser comunista, acusado de haberse referido de mala manera de la fallecida Evita, tuvo que huir a Brasil. La orden de detención se llevaba a cabo en una actuación de Donato por radio El Mundo y Leoncito escapó por los techos de la emisora, mientras la orquesta seguía tocando tangos.
          En Brasil cantó con el seudónimo de Ricardo Ponce de León y al país regresó tras el derrocamiento de Perón. Cantó con Lucio Demare en Le Toucan y en 1959 con Armando Lacava y Miguel Nijenshon, por radio Del Pueblo.
          Igual que el tango, Leoncito se fue diluyendo y sus actuaciones fueron cada vez más esporádicas. El 2 de julio de 1971, víctima de leucemia,  se inmortalizaba en el Hospital de Ramos Mejía, otro de los grandes olvidados de nuestra historia tanguera.
         

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